No
estoy seguro de cuál fue el detonante para este blog, si fue un sueño –que así
lo creo, pero que he olvidado-, un recuerdo, una frase oída en la distracción,
pero como sea, a cierta edad, como la mía supongo, uno debe enfrentarse al
seguro futuro que tiene, así, sin remilgo[1]
alguno y sin eufemismo, al pan, pan y al vino, vino.
Me
refiero a la voluntad que uno debe expresar en voz alta y estando en todos sus
sentidos, si es que la vida tiene ese sentido. Es dar por sentadas todas las
instrucciones que uno debe dar, pero que siempre evade porque esos momentos
nunca llegarán, según se asegura uno mismo, pero que es más segura que la
llegada de la muerte, en el momento más inesperado, porque uno nunca muere la
víspera. Sin embargo, hay situaciones que antes de su llegada puede que ocurran
y que uno, en silencio y en viva voz, grita para evadir su eventualidad, tales
como enfermedades mentales seniles, estados de coma sin reversa y tantas otras
que pueden ocurrir.
Pero
bueno, me fui distrayendo del tema y estoy disparando a diestra y siniestra
–tal vez erigiendo gárgolas[2] de
protección-.
Decía
que en la vida se presentan situaciones imprevistas unas, otras imprevisibles
que cuando se debe actuar la misma situación lo inmoviliza a uno y le impide
tomar una decisión clara y objetiva, de esas que sólo se toman con la cabeza
fría. A eso me refiero, a la necesidad de al menos prever las diferentes
situaciones genéricas que se puedan presentar, tampoco es llegar al detalle de
ser previsivo con todo, porque lo más seguro es que a uno le ocurre lo que el
detalle omitió y ahí, se perdió el año (en
el detalle está el diablo).
Esto
lo estoy diciendo en voz alta, simplemente porque llevo años pensándolo y
saboreándolo, aún sin delicadeza, porque si las cosas son como son, para qué
llamarlas con otro nombre? De mis últimos años –de vida, se entiende- trato de
ser objetivo, no sé al momento de enfrentarme a ellas si la villanía de algunos
de mis yoes me traicione, uno nunca está exento de uno mismo.
No
he podido entender cómo es natural evadir todas estas cuestiones, cuando lo
natural es la misma muerte, la aceptación de la vida, tal como va llegando.
Pero bueno, cada cual es dueño de su propio miedo, de su propia imprevisión y
de llevar la vida y pensar en ella como le dé la gana y, por eso, estas letras
son mías y pueden resultar ilustrativas o probatorias si cualquier cosa me
pasa, aunque a los míos ya se los he dicho de más de una manera.
O
tendrá por finalidad infundir de valor a otros? O sacudir a otros tantos? O
simplemente, como se me acaba de ocurrir, lo hago para pasar el rato y dejar
que las personas pías piensen en: Uyyy no
piense en esas cosas, usté está muy joven… todavía! O mi mamá diciendo, me
imagino, deje esas pendejadas! Con
voz autoritaria y regañona. Tal vez, quienes se puedan sentir ofendidos, pueden
con tranquilidad terminar la lectura aquí mismo
He
dicho en voz alta que si me tocara una enfermedad terminal, lo único que me
gustaría es no alargar esa vida que de dignidad no tiene nada, sino que me
quitaran el dolor y todos los aparatos del caso. Para eso ya expresé mi voluntad
con la Fundación a Morir Dignamente y el documento que firmé al respecto (a
propósito lo ofrecí en otro blog, pero nadie escribió al haber sido ofrecido
gratuitamente –aclaro para evitar cualquier malpensamiento-,
por lo que deduzco que de los que conozco de cerca muchos lo tienen ya, y los
demás porque sencillamente en esas cosas no se piensa. Como sea, problema de
cada cual, no mío).
Una
enfermedad mental, tranquila o agresiva, en la que uno ya se convierte en
pesadilla y estorbo de quienes le rodean. No hay solución como un geriátrico,
pagar porque lo atiendan y entiendan a uno. Por eso he manifestado a mis más
próximos deudos –deudos porque se convirtieron en mis deudores de voluntad- que
sin agüero, sin contemplación y sin tristeza me lleven a un lugar en donde se
especializan en el tema, hasta el monto que cubra mi futura pensión, para no
ser carga adicional para nadie. El estrato es lo de menos, por el monto de la
pensión y porque ya loco, qué carajos le puede interesar a uno en dónde está? Por
eso uno está loco! Y he agregado sin contemplación a quienes me han escuchado
que una vez me internen, los libero desde ahora de responsabilidades, de
tristezas, de culpas, porque no deben sobrellevar además de sus propias vidas,
la ajena mía. Para qué visitarme? No los reconoceré, de pronto los agrediré,
para qué enfrentarse a estas odiosas situaciones? No hay derecho, mejor que me
recuerden como en mis mejores tiempos y se limiten a esperar la llamada que
diga que el paciente pasó a mejor vida. Liberando la mía y la de ellos. Espero
que tengan el coraje y la berraquera de hacerlo, aunque si no lo hacen, el
problema será igualmente de ellos, yo ya estaré loco para hacerles reclamos!
Que afronten consecuencias!
El
otro, tema tabú y del que todos quieren evadir, como si Samarcanda no se
acercara, es la simple muerte. El que se sienta agredido con esta lectura,
nuevamente le recuerdo que está en su derecho de parar aquí y olvidar lo dicho.
Es
un tema que da para rato y que espero volver a tratar en muchas otras
oportunidades. Me limitaré al hecho: se muere y punto y ese punto es final, sin
vuelta de hoja. Y de qué murió? De lo que sea, el hecho es que se murió punto.
Sufrió? Creo que toda muerte es sufrida, aún el suicidio, porque el digerir la
idea y tomar la decisión y aplicarla, requiere de mucho sufrimiento interno y…
Esa eventualidad la he pensado, en el marco teórico –nadie está exento de una
crisis bien profunda de ansiedad y depresión que toque estos límites-, lo único
que me gustaría es que sea una muerte limpia –del suicidio también hay mucho de
qué hablar, veremos si me animo-.
Pues
bien, dada la cortedad del espacio del blog, para no hacerlo pesado, seré breve
con este final (¡!). No necesito velación ni misa, en lo que a mi decisión
respecta, pero como el difunto ya no decide, el problema –económico- será de
quien tome la decisión contraria. No requiero de misa, porque normalmente ésta
se produce varios días después de la defunción y creo que ya no tiene objeto
penitencial, porque en el momento se pasa directico a la sala de juzgamiento
celestial –si es que existe- y antes de la misa uno ya está juzgado y
redirigido al lugar al que ha de pertenecer por toda la eternidad –si es que es
cierta la promesa-. Entonces, sobra. Y las cenizas, por mí, en lo posible,
cremado y no las reclamen, como para qué, botarlas por ahí para ver si sirven
“manquesea de abono”? Para un osario nunca visitado? Olvidado? El recuerdo
queda en el corazón y los osarios son los lugares menos visitados, menos
recordados, para qué botar la plata que no se tiene? Y sí, previsivo soy y
también he pensado que si muero como resultado de esos que no se pueden cremar,
la solución es más sencilla de todas, la fosa común soporta cualquier cuerpo,
dejen que las autoridades se hagan cargo de ese cuerpo que ya no sirve, al
menos que les sirva de estorbo y deje de ser invisible por última vez. A los
deudos también los libro de cualquier responsabilidad, culpa y de tristezas,
celebren la vida de ellos, que son los que se quedan. Y a propósito, si nada de
eso lo cumplen los deudos, por irresponsables que lleven la carga, y en la
invitación a exequias –nombre tan curioso- debería decir simplemente se “murió Juan, si van a llorarlo, lo mejor es
que no vayan, si van a reírse del difunto y de sus locuras, bienvenidos, esa
fue su voluntad, pueden hablar en voz alta y el tinto lo reparten en la
cafetería, no alcanzó a dejar pago el consumo”.
Última ironía:
“Descarga gratis en este sitio hermosos textos para tarjetas de
funeral. Un funeral no solo es un momento religioso, que nos invade de
angustia, misterio y tristeza, también es un momento útil, para compartir con
familiares y amigos, el dolor, la esperanza
y la amistad. La muerte de una persona es la ocasión para hacer un poco el
balance de nuestra vida, así cuando nos toque a nosotros o a uno de nuestros
seres queridos, darnos cuenta de lo que hemos vivido y la calidad de nuestras
acciones. Algunos textos para tarjetas, como los que te presento a
continuación, pueden ser de tu ayuda para dejar un bello recordatorio y
entregar un lindo mensaje a las personas que nos acompañaron en la despedida de
aquellos seres que ya no están con nosotros.”
Me lo encontré en
Internet. Ja! De los que ya no están con nosotros, ja! Esa es la calidad de
nuestras acciones! Ja!
Foto: JHB (D.R.A.)
[1] Remilgo. “Gesto o actitud que muestran delicadeza afectada o escrúpulos
excesivos.”
[2] “Las gárgolas fueron introducidas por primera vez en las
catedrales de estilo gótico, eran utilizadas para el
desagüe de las catedrales, que despedían el agua por los orificios de la boca
de la escultura. Hay dos teorías de su significado: - Representan a un demonio
huyendo de la iglesia. Especie de espantapájaros para ahuyentar a los espíritus
malignos.” Wikipedia.
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